AQUELLO QUE HABITA EN MI CORAZÓN

 Allí, flotando en el medio del infinito,

contemplándonos indiferente, 

girando en su danza plateada

que tan bien interpreta...

Mientras los grillos cantan a la noche

o las luciérnagas imitan las estrellas,

como un dulce algodón

que calma las lágrimas

Allí está ella,

sobre tantas guerras, treguas, nacimientos y muertes,

sobre las pirámides y la gran muralla,

sobre el África y el Amazonas....

Sin palabras ni discursos,

sin escenas de agobiante llanto,

pues a nadie quiere convertir,

ni llevar a la luz...

Allí, espejo de luz ajena,

fascinada en la puntualidad de sus ciclos,

robando corazones sin desearlo

y soportando los ladridos de miles de perros...

No es fácil sonreír

cuando vemos tantos errores,

pero las personas vienen y van

y el universo queda...

Allí estuvo,

escuchando a profetas e iluminados,

observando a villanos y conquistadores

y a los subyugados también...

Sintiendo el pulso y la vibración

de este planeta,

quizás la bruma sobre el mar 

logre conmoverla un poco...

Allí, mirándonos,

pálida compañera,

sin emitir juicios

ni interesarle saber sobre buenos y malos...

Quizás diga que de nadie se puede depender,

que a nadie se debe dar el corazón,

probablemente sólo se puedan dejar unas débiles huellas

como testigos de un corto caminar...

Allí, viéndonos procrear y reproducirnos,

en amores furtivos o profundos romances

o en medio de poesías azucaradas

o de gritos destemplados...

Viéndola, un lugar del mundo llega a mi mente,

como una vieja canción,

que se cuela en las rendijas del tiempo

y no se quiere ir...

Allí, sobria y silenciosa,

allí estuvo cuando los dinosaurios eran reyes

y nada dijo cuando el meteoro los llevó al infierno,

pues realmente poco le importó...

Se asoma detrás del bosque y la montaña,

como si presagiara un encuentro deseado,

o quisiera recorrer el camino

de los sueños pacíficos...

Allí está aún en su romance sincero con el agua,

allí sabiendo que la contemplamos,

con la gélida indiferencia

de quien ya ha visto tanto...

Otros brazos y otros ojos habrán de cobijarme

otro corazón descubrirá el mío,

mientras vuelvo a componer

el poema que he escrito desde siempre...

Allí sigue callada,

como estuvo cuando Hiroshima y Nagasaki 

explotaron en un hongo de maldad

que alcanzó a sacudirla brevemente...

Cuando la noche llega

inevitablemente la busco

y cuando está nublado

la quiero imaginar detrás de todo...

Allí estuvo,

sin mover un músculo,

cuando algunos de nosotros

caminaron brevemente en su suelo...

No quiero ya tener más miedo,

he descubierto cosas que realmente valen la pena,

el amor que todo lo salva

y todo lo cura...

Y allí seguirá,

aún si nosotros decidimos irnos o quedarnos

o nos volamos la cabeza

o secamos todos los ríos...

Aunque los montes caminen hacia el mar,

yo sabré que hay algo más,

aquello que habita mi corazón

y me hace escribir estos versos...

Vida&Amor

Hay otro arcángel, Shamuel, que les espera en mi blog de pintura, para verlas haga click en la parte superior de este blog o en https://isaacdevispintor.blogspot.com

Isaac A. Devis G.