Donde se contemplan el cielo y el agua,
como en un delicado espejo,
inalterable y prístino...
Donde el aire es dulce,
las horas son lentas
y los silencios eternos...
Donde la sagrada armonía respira
desde el profundo corazón
del verde bendito de la naturaleza...
Donde la magia es cotidiana
y los milagros florecen
plenos de belleza y misterio...
Donde el agua tiene miles de tonos
de un azul vibrante
y un blanco celestial...
Donde los ríos transportan la vida
y la memoria remota
de todas las edades...
Donde las nubes te miran piadosas
y el celeste profundo
besa tu alma...
Donde tu y yo ya no existimos
sino que nos fundimos
en el eterno uno que somos...
Donde el asombro no conoce límites
y las maravillas se crean en cada amanecer
para renovarse siempre...
Donde el amor es más que una palabra
para ser tan real
como la vida misma...
Donde el ser es suficiente
y el tener es cosa de locos,
sin ningún sentido...
Allí es donde en verdad somos,
donde despertamos del sueño profundo
del ego enloquecido...
Allí donde veremos la luz en la oscuridad
y descubriremos nuestro camino secreto
hacia la dicha verdadera...
Allí encontraremos nuestra propia santidad,
aquella que nos viene de nacimiento
y que nunca podremos perder...
Luz&Bendiciones
Pdta. Los invito a mi blog isaacdevispintor.blogspot.com.co donde esta vez encontrarán una MUJER A SOL Y A SOMBRA
Isaac A. Devis G.
Un poema maravilloso.
ResponderBorrarEllo es maravilloso, bendiciones.
ResponderBorrarMe parece una reflexion trascendental, amigo poeta.
ResponderBorrarEs fascinante la cadencia de este himno espiritual,
siempre meditativo, hoy casi liturgico 🌸
Saludos.
Profundo poema. Tienes toda la razón. Te mando un beso.
ResponderBorrarExcelente, necesariamente hay que reflexionar y no perder de vista la meta, el supremo bien, Jesús
ResponderBorrarGracias y saludos a José Ricardo C.
BorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarHe estado allí de niña y lo puedo confirmar. Un beso
ResponderBorrarComo siempre es un placer leer tus poemas. Buen Septiembre besos!
ResponderBorrarAsí Sea, Isaac, un abrazo!
ResponderBorrarAl leer este poema, algo en mí se aquieta. Siento que cada palabra me conduce hacia un lugar que no está en el mapa, pero sí en el alma. Allí donde el tiempo se disuelve y el ser se revela sin máscaras, reconozco una verdad que me habita desde siempre: que somos luz, que somos uno, que el amor no es concepto sino sustancia.
ResponderBorrarEste texto no es sólo poesía, es un umbral. Me invita a recordar lo que nunca debí olvidar: que la armonía existe, que la belleza es real, que el silencio también habla.
Gracias por este canto que no se agota, por esta visión que despierta. Lo llevo conmigo como quien guarda una llama encendida en medio de la noche.
Un abrazo, Isaac.
Qué emoción, es el paraíso mismo... donde solo vale ser lo que en realidad somos y amar sin impedimentos ni miedos. Felicidades amigo, por entregarnos la sabiduría que contiene tu alma. Un fuerte abrazo.
ResponderBorrarP A T Y
Donde es una maravilla volver a leer versos tan mágicos. Allí donde el amor sigue inalterable a pesar del caos circundante, allí donde Isaac sigue escribiendo con la misma fe de siempre. Gracias por ser un gran aliciente.
ResponderBorrarUn gran abrazo.
Muy buen trabajo, amigo
ResponderBorrar¡Hola! Precioso poema :)
ResponderBorrarThis feels so deep and soulful ✨💫 A reminder that love and oneness go beyond words… it’s like touching eternity with the heart. ❤️
ResponderBorrarWow… this is pure magic 🌌💖 The way you describe love and unity feels timeless, like something our souls already know but words can barely capture.
ResponderBorrarFelicidades, amigo Isaac, porque siempre me sorprendes con el don que tienes de versar y aconsejar sobre los avatares de la vida, basándote en la fe y siempre con hermosos consejos.
ResponderBorrarUn abrazo.
¡¡Qué bonito!!.
ResponderBorrarUn abrazo.
Que importante creer que " el ser es suficiente". Hermoso!
ResponderBorrarAbrazos
Nos falta tanto para lograr sentir en el verdadero amor...
ResponderBorrarbella refelxión
Abrazos.