A caminar hemos venido,
a abrir senderos,
a disfrutar la marcha, sea subiendo o bajando,
y a crecer y disfrutar mientras tanto...
Seres pequeños y frágiles,
enfrentados a un mundo duro,
más en el alma de cada uno
se encuentra la brújula que nos hará vencer...
Las dudas y el miedo
explotan en nuestro corazón,
con todo, más allá del ruido y las luces,
el amor conoce las respuestas...
A veces tenemos compañía,
otras veces marchamos a solas,
pero al final de cuentas,
cada uno habrá de andar su ruta...
Ángeles de alas plateadas nos protegen,
hay un plan para todos nosotros,,
y un brillo supremo
al que indudablemente llegaremos...
Pero nada lograremos sin andar,
saliendo del pequeño espacio que creemos seguro,
para explorar la vida y descubrir,
lo que existe más allá de las alucinaciones...
Ilusiones como la muerte y el dolor,
habrán de desaparecer,
cuando aprendamos a ver,
con los ojos del corazón...
Por ello, hay que tomar el camino,
para comprender
que lejos de los chillidos del mundo,
la verdad profunda reside en nuestro interior...
Comprenderemos así,
que siempre hemos sido amados
cuidados y guiados
aunque no lo sepamos...
Para después, en un día santo,
encontrar la paz imperturbable,
la luz inextinguible
de la que somos parte...
Ni un sólo corazón será dejado atrás,
nadie será olvidado o apartado,
y a su hora, habrá salvación y vida
para cada uno...
Es que inevitablemente llegaremos a casa
para descubrir que todo cuanto existe
reside en un único y sagrado Ser
que abarca el infinito inmemorial...
Entenderemos que el supuesto sinsentido
era sólo un recodo del trayecto,
lo sabremos cuando después de todo
encontremos a Aquel que siempre caminó a nuestro lado...
Alegría&Confianza
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Isaac A. Devis G.
Precioso y muy cierto todo lo que dices, Isaac. Bendiciones.
ResponderBorrarVenimos para abrir y disfrutar del camino. De un efímero camino visto desde la inmensidad del Cosmos. Pero eso es la vida, afortunadamente.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo, Isaac.
Desc7brir eso da sentido a la vida. Un beso
ResponderBorrar"Caminante no hay camino..." Hermoso Isaac, un abrazo!
ResponderBorrarEs cierto,. José Ricardo Caballero Calderón
ResponderBorrarNuestro papel mientras vivimos es vivir, explorar, aprender, resolver, mejorar... disfrutar. Luego, nuestra alma se elevará a una dimensión diferente y sentiremos distinto, y nuestra comprensión será enorme, de lo que ya quedará atrás... pero mientras tanto, hay que ocupar todo lo que Dios nos dio y nos ofrece para experimentar esta existencia. El corazón es nuestro motor, con el vemos y sentimos mucho más que con nuestra mente y ojos.
ResponderBorrarComo siempre, nos dejas una poesía que nos llena de fuerza y esperanza y eso se agradece amigo. Magnífica fotografía, muy acorde. Feliz día y fin de semana para ti.
Paty
La vida es un camino por el que debemos de avanzar sin detenernos hasta llegar al destino final donde nuestro Padre nos aguarda. Saludos
ResponderBorrarProfundo poema. Cuando miramos con el corazón somos más fuertes. Te mando un beso.
ResponderBorrarLindos versos! Bju
ResponderBorrarLo que no camina, lo que no se mueve, es porque ya ha muerto. Así que, a caminar pues.
ResponderBorrarSaludos,
J.
Me encanto todo. Tu mensaje de esperanza, super tranquilizador y tu fotografia, de andante con paso confiado y decidido, feliz de estar vivo.
ResponderBorrarQue tengas una linda noche, besos!
Isaac, bello y profundo poema, siempre debemos avanzar por el camino de la vida.
ResponderBorrarUna delicia leerte.
Cariños y besos amigo
Me encanta el poema que en su andar constructivo, del hacer ético de vida se aproxima al de Machado
ResponderBorrarUn abrazo con gran aprecio. Carlos
Isaac, ya lo decía Machado: "Caminante no hay camino, se hace camino al andar..."...Y es que el alma también camina y aprende a mejorar cada día, como bien dices. Mi felicitación por tu profunda y atinada reflexión.
ResponderBorrarMi abrazo entrañable y mi ánimo siempre.
Inmenso poema nos regala Isaac.
ResponderBorrarUn abrazo.
Esos nuevos senderos siempre lo hemos de descubrir, teniendo siempre en cuenta que Él nos guía y nunca nos abandona.
ResponderBorrarMuy bonito, Isaac.
Un abrazo.