Algunas cosas duelen ciertamente,
nos sacan de lugar,
nos remueven nuestras bases,
nos revelan un mundo complejo y aveces hostil...
Pero el dolor es solamente el nombre de nuestras expectativas,
creemos que las personas deben actuar de una u otra forma,
estimamos que tenemos la razón
o que los demás nos deben gratitud por cualquier razón...
Y no es así,
nadie nos debe nada,
nadie ha de actuar como esperamos,
nadie tiene que complacernos...
No, no es así,
nada hemos de esperar,
las expectativas generan sufrimiento,
y las ilusiones causan lágrimas...
Nada es nuestro,
nada nos pertenece,
nadie debe vivir para nosotros,
ninguna vida es nuestra...
Desapegados,
floreciendo en medio del dolor,
podemos reconocer la libertad de cada ser
para tomar sus propias decisiones...
Y así, desde la distancia,
bendecir el estar y luego dejar ir,
amores, amigos, poemas, monedas, cielos de otoño,
nada es nuestro...
Todo va y viene,
como la vida misma,
como el aire
que llena nuestros pulmones para luego jugar quien sabe dónde...
Y no nos queda más que bendecir,
a los que estuvieron un día
y aunque su ausencia nos afecte,
santificar su vuelo...
Es que solo se vive un día a la vez,
un instante es todo lo que tenemos,
hablar de eternidades es una broma para Dios,
cuando solo estamos cada segundo...
Que venga la sanación entonces,
que el Universo todo lo ha hecho bien,
que haya paz y felicidad para todos
y cada uno encuentre su camino a la dicha que merece...
Paz&Gracia
Pdta: Los invito a ver mis poemas de colores en isaacdevispintor.blogspot.com.co
Isaac A. Devis G.
Tu poema de hoy expresa la verdad de la vida, Isaac, un abrazo!
ResponderBorrarNadie nos debe nada, nadie debe vivir para nosotros, nada es nuestro. Somos nosotros los que debemos gratitud, a Dios sobre todas las cosas, y a las personas que con sus palabras,su presencia y sus buenas obras nos ayudan a caminar por el camino correcto.
ResponderBorrarUn poema valiente,lleno de verdades.
Un abrazo Isaac
Qué maravilla de letras!!.
ResponderBorrarMuy hermoso.
Un abrazo
La vida me ha enseñado a no esperar nada de los demás, así que cuando algo me llega siento un gozo inesperado y verdadero.
ResponderBorrarCreo que un exceso de expectativas genera muchas frustaciones y miedos.
Dejemos que la vida fluya como un río, que elija los meandros por los que bordear los obstáculos, o por donde abrirse paso cuando las malas rachas se amontonan...
La espiritualidad, la imaginación y la sensibilidad me ayudan más que nada a seguir pensando que, pese a todo, vale la pena esta aventura de vivir.
Espero que pases un feliz verano. No reencontramos en otoño, Isaac, sé que intentas ser feliz sobre todo... y eso en los tiempos que corren es esperanzador para mí. Por eso te sigo.
Un abrazo,
Siempre hermoso leer de ti, besos!
ResponderBorrarCuantas verdades dices que deberíamos de llevar a la práctica. Me uno a tu deseo de paz y felicidad para todos.Saludos
ResponderBorrarParece que he retornado en el momento más oportuno. Tu poema se apoya en la verdad y en la razón y tanto es así que, si me autorizas, se lo enviaré a una persona que conozco -muy buena persona creo yo- pero que se empeña que la gente esté hecha a la medida de sus deseos.
ResponderBorrarCreo que a todos nos viene bien desprendernos de la idea de querer cambiar a los demás cuando, en realidad, somos nosotros los que tenemos que cambiar el modo dde pensar sobre los demás.
Que la luz te acompañe siempre.
Como siempre estupendos poemas profundos de los que te hacen pensar, un abrazo.
ResponderBorrarEn el camino hacia la dicha vamos aprendiendo a profundizar, a perdonar, a estar en paz con nosotros mismos, a agradecer y a no esperar nada...Vamos dejando el ego por el camino y a reconocer la humildad...
ResponderBorrarMi abrazo y mi gratitud Isaac.
La felicidad esta en cada uno, El Señor Padre nos dio potestad para hacer aquello que deseamos o amamos, bendiciones, gracias por siempre tan lleno de luz.
ResponderBorrarAbrazo
...Todo va y viene,
ResponderBorrarcomo la vida misma,
como el aire...
Bellos versos.
Por eso no hay que aferrarse a nada ni a nadie, todo es impermanente menos el Amor de Dios.
Gracias Isaac.
Así es amigo, la verdadera felicidad está en el desapego, vivir el día a día fluyendo con la vida, ese es el camino, pero cuanto cuesta y que difícil dejarse llevar...
ResponderBorrarLeerte siempre me reconforta, un abrazo y buen fin de semana!
ResponderBorrarme quedo con los dos últimos versos. Justifican la belleza de todo el poema.
mi abrazo, Isaac