Las formas de las nubes,
caprichosas, juguetonas,
como la vida misma
y el destino...
Lo hice tantas veces,
me puse bocarriba hacia el cielo,
veía dragones, corderos, perritos, unicornios,
duraban un segundo y desaparecían o mutaban...
Era pequeño y podía creer,
que el cielo y el mundo hablaban
de esos seres maravillosos,
tan ligeros y hermosos...
Luego crecí,
ya no era serio mirar el cielo,
era mejor ver el tablero
donde te enseñaban el mundo en tiza blanca...
O quizás sólo cambiaron los sueños,
ya no eran nubes
sino ilusiones de televisión
o de la pantalla plateada...
Pero pues había que ganarse la vida,
nadie te paga por ver conejos en las nubes,
ni por verlas jugar entre ellas
y con nosotros...
Entonces allá quedaban ellas,
las nubes,
ya no importaba nada de lo que hicieran
o dejaran de hacer...
Y nosotros por nuestra parte,
con cara seria y circunspecta,
dejamos de ver al cielo
quizás para siempre...
Y fuimos coleccionando arrugas
en el alma y en la piel
hasta que un día,
levantamos otra vez la vista hacia lo alto...
Y allí estaban ellas,
de nuevo invitándonos a jugar
a ser felices
y a soñar a su lado...
Entonces entendimos
que siempre podremos decidir
entre mirar al suelo o ver las nubes
entre volar y tener los pies de plomo...
Para ver el cielo,
donde siempre seremos bienvenidos,
para ser dichosos de verdad
y sonreír eternamente...
Paz&Alegría
Pdta: Los invito a mi blog de pintura isaacdevispintor.blogspot.com.co donde podrán ver un EXORCISMO
Isaac A. Devis G.
Si "tal como es arriba es abajo"; las nubes son como los pensamientos del cielo. Si conectas con las nubes, es porque estás, tal vez, muy conectado contigo mismo y lo que piensas. Se nota, eso está claro. Y lo que sientes, que eso está todavía más claro. Y permitiéndote mutar como las nubes. Va un abrazo, Isaac.
ResponderBorrarMe gusta mirar las nubes. Un beso
ResponderBorrarCreo que no crecí! Aún miro las nubes y descubro formas! Un abrazo Isaac!
ResponderBorrarIsaac, gracias por compartir una vez más tu mirada poética sobre lo cotidiano.
ResponderBorrarLas nubes nos invita a reconciliarnos con esa parte de nosotros que aún sabe soñar. Me ha gustado, especialmente, esos versos donde dices: “Y fuimos coleccionando arrugas en el alma y en la piel hasta que un día, levantamos otra vez la vista hacia lo alto...”. Qué poderosa imagen de redescubrimiento y esperanza.
Tu constante labor creativa es un faro que nos recuerda que mirar al cielo no es perder el tiempo, sino reencontrarnos con lo esencial.
Gracias por seguir sembrando belleza y reflexión.