Y aunque aveces carguemos con muchos años,
la verdad es que aún somos ese niño que un día fuímos,
que se sorprende ante todo,
para el que el mundo es siempre nuevo...
Pues en realidad, detrás de las máscaras que usamos,
somos el ser que siempre hemos sido,
niños de Dios, caminantes del Universo,
pequeños con vocación de crecer...
Y entonces somos siempre puros e inocentes,
plenos de la magia de la vida,
listos a aprender por nuevos juegos,
siempre en medio de maravillas que nunca terminan...
Niños y niñas que corren felices,
niñas y niños que ríen y que discuten,
sólo que aveces cambiamos los juguetes de ayer,
por otros que nos dijeron que podrían ser mejores...
Pero somos los mismos
y si cerramos los ojos y salimos del sueño podremos vernos,
en el ser que realmente somos,
en nuestra auténtica esencia de luz...
Y si recordamos entonces que todo es un jugar,
las cosas serán más fáciles,
perderemos o ganaremos sin tanto drama
y solo inventaremos un nuevo juego para después reír de nuevo....
Si, pues siempre habrá un nuevo juego y nuevos amigos,
una nueva historia, un nuevo reto
y de eso se trata todo,
de jugar y de aprender...
Para jugar y aprender y reir y crecer,
como el niño que fuimos,
como el niño que somos,
en el eterno estar de cada instante...
PAZ&AMOR
Isaac A. Devis G