A veces, en medio de nuestra confusión y miedo,
creemos ser efímeros y frágiles,
mariposas de un día que vuelan y mueren,
burbujas que son y se deshacen en un instante...
Y entonces tratamos de bebernos la vida de un sorbo
y nos llenamos del mundo,
de sus ruidos, de sus luces, de sus placeres,
y siempre queremos más...
Así, ahítos, pero aún sedientos de cosas y de sueños,
acumulamos, poseemos, robamos, quitamos, arrebatamos,
creyendo que todo es válido en un juego de un día,
sin saber si en la noche viviremos aún...
Y en verdad, ese estado, como todos los otros,
ha sido perfecto, justo y necesario,
para aprender lo realmente importante,
para descubrir y recordar lo que siempre supimos...
Que todo es un camino para lograr aprendizajes,
un sagrado estar para crecer
y para entender el orden perfecto
que anima todo cuanto es y cuanto existe...
Y así, un día bendecido descubrimos,
lo que está más allá de lo obvio,
lo que habita y existe después de lo evidente
y aprendemos a ver y a escuchar realmente...
Para entonces sanar de todas nuestras heridas,
para liberarnos de todos nuestros miedos,
para descubrir nuestra propia luz
y brillar...
Y descubrir la perfección en todo lo que es,
para entender el plan que todo lo anima,
y cerrar los ojos y poder ver
a Aquel que habita en cada corazón...
Bendecidos así,
llegar a la unidad con el Todo que siempre fuimos,
para ser en verdad en la eternidad del Ser
y en el amor que nos anima y santifica...
PAZ&AMOR
Isaac A. Devis G.